25 palabras con orígenes curiosos y contradictorios

La infame quesadilla sin queso. ¡Cuántas discusiones acaloradas, sangre y lágrimas ha suscitado esta aparentemente inocente garnacha! Si eres chilango, la defenderás a capa y espada como rasgo de tu identidad (aunque en secreto también pienses que una quesadilla sin queso suena bastante contradictorio) y si no lo eres, no podrás dejar de recriminar al chilango su atrevimiento al llamar quesadilla a algo que no lleva queso. ¿Cómo es posible una quesadilla sin queso si la propia etimología de la palabra nos dice que debe llevar queso?



Pues bien, no me queda de otra que asumir mi chilanguez y defender las quesadillas sin queso, con todo y que yo siempre las prefiera con queso (todo es mejor con queso). Y es que, sin duda alguna, en ciertas ocasiones, conocer la etimología de una palabra puede ser muy útil para desentrañar su significado, pero en otras - muchas - ocasiones, nos toparemos con palabras cuya etimología no tiene absolutamente NADA que ver con su significado actual. Porque la lengua evoluciona.

A continuación, 25 palabras en español con etimologías curiosas, extrañas o simplemente contradictorias:

1. Acostar: La palabra "acostar" proviene de "costa" que a su vez dio lugar a "costilla". La razón es que la gente suele acostarse sobre las costillas o de costado. Así que ya saben, nada de acostarse boca arriba o boca abajo; exclusivamente de costado, porque así lo indica claramente la etimología de la palabra.





2. Aguacate: Del náhuatl ahuacatl, testículo. La asociación viene de la forma en que estos frutos cuelgan de los árboles. Piensen eso la próxima vez que coman un aguacate... Por cierto, dato curioso; la palabra aguacate por alguna razón se confundió con la palabra abogado, y pasó a varios idiomas con significados similares. Así, en inglés avocado (aguacate) suena como advocate (abogado) y en francés avocat significa ambas cosas. Ahora traduzcamos juntos "los abogados comen aguacates" en francés. Ja. 





3. Apretar: Hoy en día, cuando apretamos un objeto, ejercemos una fuerte presión sobre él, pero no necesariamente necesitamos "estrechar contra el pecho" ese objeto en cuestión, ¿verdad? Pues definitivamente sí que necesitamos estrecharlo contra el pecho, porque "apretar" proviene del latín appectorare, derivado de pectus; pecho. Así que a la próxima que "aprieten" algo, no lo estarán"apretando" a menos que también lo estrechen contra el pecho.





4. Candidato: Del latín candidatus, vestido de blanco, porque los candidatos de la Antigua Roma acostumbraban vestirse de ese color como símbolo de "candidez" Todos sabemos que los candidatos siempre deben vestirse de blanco y cuán cándidos son todos... 



5. Capricho: Del italiano capriccio, refiere a una determinación que se toma arbitrariamente, por mero antojo, o bien a una obra o idea extravagante que rompe con las reglas de la lógica. Algunos proponen que la palabra deriva de capo, cabeza; y riccio, rizado, porque según se decía, las personas con cabello rizado eran más revoltosas - como su cabello, y de ahí caprichosas. Otros proponen que la palabra deriva más bien de capra, cabra; animal de extravagante naturaleza - simplemente óiganlas lanzar esos brincos y gritos imprevisibles, vaya que son animales caprichosos. Lo cierto es que hoy en día no necesitas tener el pelo rizado ni ser una cabra para ser caprichoso, ¿verdad?





6. Chiste: Dicho u ocurrencia agudos y graciosos. La palabra proviene de "chistar", que a su vez proviene de la onomatopeya "chist", sonido con el cual se llamaba la atención de alguien en forma discreta para contarle el chiste en cuestión, que de seguro era lo suficientemente obsceno como para no poder decirse abiertamente en voz alta. Así que a la próxima que cuenten un chiste, asegúrense de hacerlo en voz baja, y nada de chistes ñoños por favor.





7. Cínico: Alguien cínico es quien actúa con falsedad o desvergüenza descaradas. O deberíamos decir, alguien perruno, porque eso es lo que significa κυνικός, kynikós, en griego. Y es que Diógenes, fundador de la escuela filosófica de los cínicos, tenía fama de vivir como perro, durmiendo en la calle y comiendo lo que le daba la gente. Los cínicos, al igual que los perros, no tenían vergüenza, y buscaban vivir con una actitud sencilla y desfachatada. Lo cierto es que hoy en día casi nadie está pensando en perros cuando le dice a alguien que es un cínico...

 


8. Cobarde: Sin cola no puedes ser cobarde. La palabra proviene del francés couard, derivada de coue, cola; y el sufijo peyorativo -ard, haciendo alusión a los perros que esconden la cola entre las patas como signo de miedo y sumisión. 



9. Cretino: Esta palabra que significa "estúpido o necio", sólo puede aplicarse para los cristianos. No lo digo yo, lo dice la etimología. La palabra francesa crétin es un doblete francoprovenzal de chrétien, cristiano. Los cristianos de los Alpes no gozaban de muy buena reputación en la Suiza francesa del siglo XVIII, cuando la expresión "crétin des Alpes" (cristiano/cretino de los Alpes) se originó con el sentido de "idiota". 



10. Esmoquin: Del inglés smocking jacket, chaqueta para fumar. Prohibido usar esmóquines sin fumar. El nombre lo dice.



11. Gimnasio: Del griego γυμνάσιον gymnásion, lugar para estar desnudos, de gymnós, desnudo. En la Antigua Grecia la gimnasia o educación física se realizaba siempre desnudo. Así que ya saben, si no hay desnudez no hay gimnasio.




12. Hiena: En griego ὕαινα, hýaina significa "cerda". ¿Qué demonios tiene que ver una hiena con una cerda, se preguntarán? Pues que alguien pensó que la crin de las hienas se parece a los pelos en el dorso de los cerdos - o más específicamente, cerdas. Porque, obvio, lo primero que pensamos cuando vemos una hiena es lo similares que son sus crines a los pelos de las cerdas. Y ambas tienen también dos ojos y cuatro patas. Igualitas.



13. Larva: Según la RAE: animal en estado de desarrollo, cuando ha abandonado las cubiertas del huevo y es capaz de nutrirse por sí mismo, pero aún no ha adquirido la forma y la organización propia de los adultos de su especie. ¡Mentira!: una larva es un fantasma. O al menos eso es lo que significa en latín. En la antigua Roma las larvas eran una especie de espectros con una gran voracidad de sangre y capacidad de enmascararse en distintas formas. Las larvas de un animal se encuentran en un estado "espectral" y "enmascarado" que no se parece a su apariencia adulta.



14. Latir: Del latín glattire, dar ladridos agudos. ¿Los corazones ladran? ¿Los perros laten? ¿A qué estamos jugando?



15. Macarrón: Del griego bizantino μακαρώνεια, makarṓneia; "felicidad para siempre", dicho en las comidas funerarias. No sé, creo que comer macarrones en los funerales ya no está tan de moda hoy en día como en el antiguo Bizancio, ¿o sí?.



16. Matrimonio: Del latín matrimonium, de matrem, madre; y monium, calidad de. Originalmente, matrimonium no significaba "matrimonio" - la unión equivalente era llamada connubium -, sino que era el "estado legal de una mujer casada como madre legítima de los hijos de un varón". ¿Y qué decimos que es matrimonio hoy en día: la unión legal entre dos personas, con o sin hijos, con o sin una madre de por medio? Mal, muy mal. Nada de matrimonios para nadie.



17. Orquídea: Porque con "aguacate" no era suficiente. El nombre de esta exótica flor proviene del griego ὄρχις órchis, "testículo", por comparación con sus dos tubérculos elipsoidales y simétricos.



18. Patrimonio: Hoy en día decimos que es el conjunto de bienes y derechos propios adquiridos por cualquier título. ¡Error! El análogo al matrimonium, el patrimonium era la condición legal de un hombre padre de familia. La palabra se constituye de pater, padre; y monium, calidad de. En la antigua Roma los padres de familia eran los únicos titulares de todos los bienes de una familia.Vete olvidando de tener un patrimonio si eres mujer o no eres padre de familia.




19. Pedante: Para ser pedante sólo necesitas dos cosas: ser maestro y caminar, la etimología no dice nada sobre ser un engreído presuntuoso. La palabra "pedante" proviene del italiano como una posible deformación de "pedente" del latín "paedere", educar; o de "pes, pedis", pie; con el sentido de "peatón". Los pedantes eran tutores que daban clases a domicilio a niños. Como los cínicos y los cristianos, otros que se hicieron muy mala fama por lo visto...




20. Quesadilla: No, no viene de ningún náhuatl "quesaditzin" que significa "tortilla doblada", viene de "queso" y el diminutivo "illa". Y según la RAE puede ser cierto tipo de pastel compuesto de queso y masa, o en su acepción mexicana: Tortilla de maíz rellena de queso u otros ingredientes que se come caliente. No sólo se atreven a decir "u otros ingredientes" sino que también ignoran tajantemente a las tortillas de harina. La ignorancia es atrevida. 



21. Salario: Del latín salarium, de sal. Paga o remuneración regular. Obviamente de sal. Como todos sabemos, a todos nos siguen remunerando como a los esclavos romanos con una pequeña cantidad de sal.





22. Siesta: Del latín sexta. La hora sexta era el mediodía, cuando los romanos descansaban después del almuerzo. ¿Quién hace su siesta a las 12 de la tarde hoy en día?




23. Tortuga: Del latín tardío tartarūchus, "demonio", y este del gr. ταρταροῦχος tartaroûchos, "habitante del Tártaro o infierno", porque los orientales y los antiguos cristianos creían que este animal, que habita en el cieno, personificaba el mal ¿Quién diría esto ahora de las inocentes tortuguitas?


24. Trabajar: El tripalium era un instrumento de tortura compuesto de tres maderos. De ahí la palabra latina "tripaliare", torturar, y de ahí la palabra "trabajar" con el sentido de "sufrir". Ok. Esta etimología no es tan contradictoria.



25. Vainilla: La vainilla no es un fruto, sino su envoltura. Y es que vainilla no es sino el diminutivo de vaina, del latín vagina, que por supuesto también refiere al órgano femenino con el sentido de "envoltura femenina" Porque no era suficiente con "aguacate" y "orquídea", parece que a los antiguos les gustaba mucho eso de comparar genitales con plantas.



Así que, ahora ya lo saben, nada de quesadillas sin queso, sí, pero tampoco nada de salarios sin sal, acostarse en otra posición que no sea de costado, usar esmoquin sin fumar, dormir la siesta a otra hora que no sea la "sexta", vestirte de otro color que no sea blanco si eres un candidato, etc., etc., etc. 

La otra opción es simplemente aceptar que la lengua evoluciona y con ella las palabras y sus significados cambian y se actualizan. 




Éstos son solo 25 ejemplos, pero en el fascinante mundo de las etimologías hay muchos otros casos igualmente curiosos, interesantes y extraños, que valdrá la pena revisar en otra ocasión. ¡Hasta la próxima! 

Ferdinandus

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